Salimos del departamento con las valijas y vemos a Nilda en el pasillo con bolsas del supermercado y miro a Susan.
-Nilda dejemos ayudarla.
-No se preocupen niñas, que esta vieja loca aun es fuerte- dice mientras dobla el brazo mostrándonos sus músculos, aunque suene loco esta mujer es bastante fuerte. Nos empezamos a reír las tres y la ayudamos con las bolsas.
-Mi niña, puedes llevar estas verduras a la cocina- y cuando Susan desaparece me mira- Corazón mio, ¿Sabes que me paso esta mañana?- No me dejo contestar- me encontré con un muchacho que estaba como Dios lo trajo al mundo, no tiene vergüenza, ¿sabes quién era?- cuando iba a responder me volvió a interrumpir- Pues por supuesto que lo debes saber si salió de tu departamento. Por lo que veo superaste hace mucho a ese canalla de Eric- yo me quedó piedra.
Noto que sigue hablando solo porque la veo mover los labios pero no logro escucharla lo único que hago es recordar aquel día...
*Flashback*
¡Dios! Odio a Melisa, no puede haber una secretaria más inútil, es como si yo fuera la única secretaria ya que lo que ella hacia mal, que era la mayoría de las cosas, yo lo tenía que volver a hacer. Pero claro, como le hacia una buena mamada al jefe, no la despedía.Lo único bueno que me paso hasta ahora es que el jefe se encontraba indispuesto y podíamos volver antes a casa, pero ver a Melisa llorando y hablando sin parar al lado mío, mientras que a mi jefe lo atendía un medico, fue horrible, me daban ganas de agarrarle la cabeza y estamparla en la pared más cercana. Ahora entendía a mi jefe, creo que para no escucharla en un principio decidió meterle algo en la boca, pero después parece que le gusto y por eso no la despide. Aghh que injusta la vida... Yo trabajo el doble y cobro lo mismo que ella, que lo único que hace es mantener la boca ocupada.
Hace 40 minutos que empezó el griterío por parte de Melisa, salió de una de sus reuniones matutinas con el jefe y cuando volvió para llevarle café lo vió tirado en el piso.La ambulancia vino rápido porque hay un hospital a pocas cuadras y según nos dicen solo le bajo la presión. Pero para Melisa se estaba por morir casi.
Por suerte a esta hora no hay nadie en casa, Eric sigue trabajando, hoy tenía una reunión muy importante y me dijo que se iba a alargar un poco. Así aprovecharía para bañarme y poder dormir.
Cuando el jefe nos dice que ya nos podemos ir, salgo lo más rápido que puedo y bajo hasta el estacionamiento, me subo al auto y salgo en dirección a mi casa. Cuando me detengo en un semáforo, me fijo la hora y son las 14:23. En eso siento un golpe, miro hacia atrás y veo a un auto que me esta tocando la bocina, miro al frente y el semáforo estaba en verde.
-¡Eh! ¿Vas a mover tu coche o lo hago mover?- me grita un hombre. ¿Pero ese que se cree? Me bajo del coche y lo miro.
-¿Qué te pasa? ¡No podes chocarme solo porque el semáforo se puso en verde! ¿Sos idiota?- en eso se baja del coche y mierda... Ese tipo es enorme, bueno en realidad es muy alto y con unos notables músculos. Pero de todas maneras es un idiota.
-¿Sabes qué me pasa, dulzura? No me gusta esperar- me sonrió y se dio la vuelta para entrar al coche. Pero nooo, esto no se va a quedar el me choco y me abolló un poco el coche. Y mi coche nadie lo daña sin recibir su merecido.
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No quiero amarte
RomanceMarlene es una joven muy divertida y alocada que al pasar por algo que ninguna mujer querría pasar, decide cambiar su estilo de vida. Al pasar un año, Susan, su mejor amiga, decide hacer un viaje con ella para poder relajarse divertirse y tratar de...