FACHADA
Una cara dulce, pero una mente perversa. Así la describían quienes, sin saberlo, captaban solo la superficie de su verdadera naturaleza. Su apariencia inofensiva era un disfraz bien ensayado, una fachada que nadie cuestionaba. Había perfeccionado la habilidad de ocultar sus intenciones detrás de una sonrisa afable y u...