Hola, vecino... ¿Tienes sal?
Cuando tu vecino es un dios griego digno de ser alabado como se merece y deseas desesperadamente hablar con él, no se te ocurre otra cosa que llamar a su puerta y pedirle sal.
Cuando tu vecino es un dios griego digno de ser alabado como se merece y deseas desesperadamente hablar con él, no se te ocurre otra cosa que llamar a su puerta y pedirle sal.
Tienes seis segundos para vivir, las reglas son sencillas: -No llores si te toca. -No grites si lo ves. -No juegues con él. Pero lo más importante de todo: Nunca expliques cómo es.
Emily, es una chica de diecisiete años. Hace unos meses gracias a su novio Mario consiguió superar un problema por el cual había sufrido durante años. Él es el típico chico inteligente y guapo al que todas quieren en su vida. Lucía, la madre, trabaja de escultora en el único taller de la ciudad e intenta llevarse bien...