Insaciable
Había conocido muchos hombres en mi vida, los suficientes como para reconocer a aquel rubio consentido como un muy molesto grano en el culo. Con sus ojos azules intentaba lanzar una mirada intimidante, pero ese no era el efecto que me provocaba, porque para mí mala suerte, aquel policía era sexy, más de lo que mi auto...