Inesperadamente, tú.
Juanjo jamás había dejado de cumplir una norma. Quizá tan solo una vez en su vida, de joven, y se arrepentía. Para Martin, las normas estaban para llevarlas al límite y, en caso de ser posible, saltárselas. A Juanjo, la rutina le daba seguridad, le mantenía en su zona de confort. A Martin, le aburría y la evitaba a to...