Me Perteneces
Era un día normal para mí. Como todos los días: Un desayuno junto mi familia. Miraba a mis padres que adoraba, a mi hermano mayor que no paraba de molestarme pero igual lo quería. Íbamos caminando al colegio para mirar a mis amigos como siempre. Todo iba bien. Fue un 15 de noviembre el día que me secuestraron. L...