¿Alguna vez imaginaste llegar a tu casa y no hallar a nadie en ella? Lamento ser yo quien deba decírtelo, pero llamarás a tu madre y ninguna de tus llamadas será respondida. Pasarán horas. Esperarás. Te preguntarás qué será de tu hermanito. Tampoco habrá regresado de su partido de fútbol en la cancha del vecindario...
Cada loco con su tema. El problema es que tengo demasiados. Ilustraciones de Sara Herranz.
Ella vivía para morir. Yo moría por vivirla. ••• La melancólica historia de un chico que amó demasiado y una chica que perdió la cabeza.
«Una semana más, una carta más, y un poco más de ganas de saber quién se esconde tras el Anónimo.»
Preciosa. Imperfecta. Efímera. Esas son las tres palabras que probablemente, mejor te definirían.
