Religiosa por decreto
¡Ah! ¡Es tan exasperante! ¡Tan inocente y terca! No puedo evitar querer darle un golpe en la nuca, me parece que le falta un poco de vida, un poco de mundo, un poco de todo. De qué manera posible pudo haber sido criada como para que se convierta en literalmente una monja. Te lo advierto, puede que la quieras matar. **...