Te susurra mi silencio
Poco a poco van cayendo los granitos de arena, y esa pena que me venía doliendo es silencio roto por la risa de la marea.
Poco a poco van cayendo los granitos de arena, y esa pena que me venía doliendo es silencio roto por la risa de la marea.
Y de repente, una noche empiezas a escribir aquello que siempre has necesitado sacar de ti y nunca has podido. Notas cómo la tinta dibuja las palabras en el folio; cómo los dedos presionan sin querer las letras del teclado en tu ordenador, y aparecen: aparecen microcuentos, micropoemas, microvidas. Y vuelves a sentir...