Vida Color Miel
Eran las cinco de la mañana y aun se me era difícil conciliar el sueño. La ventana con grandes aberturas en su cristal, permitia que el viento entrara y se refugiara en mi. Una pequeña sabana cubría mi cuerpo desnudo, que intentaba huir del frío, del dolor, de la espesa y oscura noche de aquel 7 de septiembre. Sentí q...