Débil Luna
No podía creerlo, no era posible... ¡No, maldita sea! No podía ser posible que siendo un alfa, ¡Un maldito alfa, ella fuera mi eterna compañera! No había tardado doscientos veinticinco años en encontrarla para que fuera una simple y débil mortal ¡Peor aún, una maldita Luna enferma! Ella era exánime, no merecía ser mi...