Ángel Malvado
La cortina de la habitación se elevó ondeándose al compás del aire, lentamente y con gracia. Seijuuro abrió sus ojos al sentir la helada brisa chocar contra su cara, la luna brillaba intensamente esa noche alumbrando su habitación dejando ver que la ventana estaba abierta. Se incorporó sobre la camilla notando el mont...