Como si merecieramos el mundo
Había un café en aquella esquina, escondido y algo maltratado. La pálida pintura amarilla se aferraba a la madera gastada de manera uniforme, a pesar de ser un lugar viejo, alguien lo había alquilado recientemente al parecer, e incluso había ido lo suficientemente lejos como para pintarlo e intentar hacer que se viese...