Mamá, hay un vampiro en la azotea
Probablemente, el día en que su madre fue asesinada, Yang Yang hizo una fiesta interna. Pensó que aquella tortura tan longeva por fin había terminado e, incluso, cuando tuvo la oportunidad depositó un beso en la mano del asesino. Sin embargo, cinco años han transcurrido y el verano revive crueles memorias. Está harto...