INVOBLES
Mikalé era asechado por una familia de Demonios, como si el infierno estuviese tras de él. Podía morir en sus garras, o en aquellos labios... Su corazón fue doblegado ante unos penetrantes ojos verdes, sentenciando la pureza de su alma y condenado a pertenecerle. "A quien hay que temer no es a Dios o a los Demonios, e...