CHARLES-HENRI (IKEMEN VAMPIRE)
Érase una vez un hombre cuyo trabajo consistía en arrancar las cabezas de los condenados de sus hombros. La gente le llamaba el Dios de la Muerte. Mientras miraba sus propias manos, chorreando sangre de las innumerables vidas que había quitado, empezó a llorar. DIOS DE LA MUERTE- ¿Qué debería haber hecho de otra maner...