"Miro con ojos de primera vez, con la inocencia que una niña podría llegar a tener, dejo que el universo en el que vivo me abrace con su naturaleza poética y a la vez salvaje, supongo que es aún no me es suficiente para entender. Van Gogh, o como me gusta decirle, Vincent, comía pintura amarilla para que la alegría que el color irradia en su totalidad, esté en su interior... éste es mi intento -algo fallido, cabe aclarar- de felicidad. "