Conoces a alguien, y crees que es la persona más bella que ha existido. Empiezas a sentirte diferente, te comienzas a sentir bien solo con verla. Y te das cuenta que no es solo una persona más. Es aquella que puede cambiar tu rutina, tu manera de ser, y no te importa, porque lo único que en verdad tiene sentido, es saber que puedes ser feliz a su lado. Quieres hablarle pero temes arruinarlo. Y entonces no haces nada más que imaginarte cómo sería sí le hablaras. ¿Atreverse o dejar que el destino te ayude? Por eso hoy me atrevo a escribirte...