Llegamos a creer que las personas son como paredes, fuertes, que se mantienen protegiéndonos por el amor que nos tienen, también creemos que no importa cuantos golpes demos, jamás se irán. Hacemos daño, a veces sin querer, a veces a propósito, pero una vez hecho el daño ya no hay vuelta atrás... Hoy, él ya no es mi pared, se fue, esta vez, no lo lastimé, lo destruí... **Ubicado en el capítulo final de la Segunda Temporada**