Uno, al transcurrir del tiempo, va perdiendo muchas cosas insignificantes, como tu juguete favorito de la infancia, un pasaporte, tu primer celular o hasta una billetera. Luego, sin importar la edad que tengas o el tipo de personalidad que tienes, llega ese momento inesperado en donde logras sentir el sentimiento de perder algo de verdad importancia y es ahí cuando te das cuenta del significado de la tristeza, el egoísmo y la soledad. Yo perdí a mi hermano. Él se sacrifico por mi. Desde ese accidente, me he sentido obligada a permanecer con vida para que su muerte no haya sido en vana y desde mucho tiempo que esa fue la única razón por la que seguía respirando, hasta que vi a Jack y mi vida dio un giro drástico de 360 grados.