Selene siempre huyó de una maldición, una condena que había portado toda su familia, siempre pensó que por ello no era digna de ser amada, ni siquiera era digna de tener vida. Y así, tantos años vagó sin sentido, hasta que conoció a Valentine, una chica segura de sí misma, alegre y ardiente. Toda la belleza que compartieron por cuatro años fue destrozada en un sólo día, un evento que obligó a Selene a mirar atrás y recurrir a la maldición que una vez amenazó con destruirla. ¿Acaso ello detendría la caída en picado del reino que juntas construyeron? ¿O las hundiría más en un profundo abismo de locura y sangre?