No tiene la más mínima intención de amarme, juega conmigo como un gato lo hace con un ratón, soy su muñeca sexual de carne y hueso, soy su pasatiempo sudoroso y jadeante, aparece como un felino en mi casa y no puedo resistirme a abrirle la puerta. Sigilosamente, con el paso de los días se fue metiendo en mi corazón, como un soplo, como un virus... El aire se inunda de su aroma, mi cuerpo se abre para recibirlo y no existe cordura que me haga rechazarlo. Soy su puta impaga, su víctima sin Sangre derramada, soy su refugio, su cueva calida, su vagina húmeda, sus pechos erectos, su fuente de placer inagotable... No tiene la más mínima intención de amarme y aun así no puedo resistirme a seguir dentro del juego