Me acerco a ti lentamente y te pones en guardia. -¡En serio te dispararé! - gritas. Tus manos tiemblan al agarrar bien el arma con ambas manos, no evitas mirarme a los ojos cuando yo ya estaba con el arma en el pecho mientras que colocaba mi mano derecha en donde estaba su dedo más cercano al gatillo del arma. ¿Es esto todo lo que tienes?