Conocer a las personas lleva tiempo, mucho más si subestimas al débil que tienes al lado sin saber que puede sorprenderte de más de una forma. - Chicos, soy un nephilim. Esas fueron las palabras necesarias para saber que nunca debieron llamarlo de tal modo sin estar seguros quién era. Las incógnitas y demás situaciones pasaron por la mente de cada integrante sin encontrar una respuesta concreta ante ello, su amigo pertenecía a una especie del submundo y pensar que siempre lo consideraron inferior fue su gran error.