Muchos años antes de mi nacimiento, el mundo vivía en una era increíble, una época donde los más alocados sueños eran una realidad, teléfonos táctiles, líneas fáciles de comunicación, centros comerciales, maquinarias que surcaban los cielos cuales pájaros sin plumas, otras que podían ir bajo el agua a grandes profundidades, únicamente a investigar los oscuros secretos del mar. El mundo de aquella era sonaba increíble; todas aquellas historias que me contaban mis padres parecían imposibles, eran irreales. Pero como dije, eran solo historias... Historias que el mundo apenas recuerda...
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