Hermione y Draco habían tenido una relación antes de comenzar la guerra, pero por obvias razones no podían estar juntos así que durante la guerra decidieron separarse e ir cada quien por su lado. Se despidieron prometiéndose amarse siempre y cuando la guerra terminara volverían a encontrarse. Más la vida es caprichosa y eso nunca pasó. Por obligación se casó con Ronald Weasley, pero su corazón aún le pertenece Draco. El nuevo ministro de magia le ha dado el mejor regalo a ella, que feliz se va a casa para volver realidad su sueño.