Nunca nadie en su vida le había dicho ''eres mía'' o ''serás mía'' y es más nunca nadie le había alzado a mirar con deseo, pero ahora que tenía novio y esté le dice ''eres mía'' no siente lo que pensó que llegaría a sentir; eso bonito de ser reconocida como suya por alguien sino todo lo contrario: miedo... mucho miedo, pues sentía como si le viera como una pertenencia... como si fuera su objeto personal y amará más su cuerpo que a ella. A veces hasta le ha propuesto tener relaciones... pero le da miedo el pensar siquiera estar con él de esa forma que él desea. ¿Seré suya? Era la interrogante más grande que Daniela se hacía en su cabeza.