Con la muerte de su padre, Andrea Wagner debe regresar a Alemania luego de seis años de ausencia, al momento de la lectura del testamento la familia Wagner queda en completo shock, Andrea queda como la albacea de la fortuna familiar y la única dueña de la mayoría de las acciones que pertenecieron a su difunto padre Bernardo Wagner dentro de la compañía familiar, quedando al frente de la familia que años atrás la despreciaron y obligaron a irse.