Luego de todo lo que pasó, entendí porque quienes quieren vivir frente a la cámara, renuncian a la vida normal. Es demasiado complicado llevar esa doble vida. No sabes quienes están ahí porque te quieren, o quienes están ahí por lo que quieren conseguir gracias a ti. Y, todo lo que construiste con mucho esfuerzo, pueden arruinarlo en cuestión de segundos.