Su empresa naviera ha sido perjudicada, alguien ha dejado una bomba en uno de sus barcos y la pérdida es bastante considerable, por lo que Thomas Frensby y sus socios, su hermano menor y su mejor amigo, tienen que regresar a Boston en contra de su voluntad para enfrentar a su nuevo enemigo y conseguir las pruebas suficientes para hacerlo pagar por sus crímenes. No obstante, ellos tampoco son unos santos y las hijas de Lucifer no dudarán en hacerles la vida imposible una vez que pongan un pie en su tierra, puesto que las hermanas Gardener jamás olvidarán a los hombres que arruinaron sus vidas, dejándolas en la ruina total.