Emma sabía que junto a él estaba bien, que se encontraba en una burbuja sin filtros donde podía ser ella misma y sentirse viva por una vez en la vida. Sin embargo, una noche de frío invierno, la existencia de este mundo le dio la espalda y perdió a lo que más amaba. Junto a su mejor amiga, surcó los cielos hacia California, buscando reencontrarse con ella misma y descubrir cuál era su lugar. Lo que no sabía era que la vida le había preparado nuevas oportunidades y recuerdos en aquel bonito pueblo al lado de la playa. Aunque seguía perdidamente enamorada del amor de su vida y no pensaba cambiarlo por nada del mundo, o al menos eso creía. Ella, destinada a vivir un cuento de hadas que no le pertenecía. Él, capaz de expresar lo que sentía en el momento oportuno. Ellos, que me han ayudado a escribir su historia. «El recuerdo de tenerte»