La adolescencia, para algunos, la mejor época, para el resto de los demás, el maldito fin del mundo, sin embargo, yo estoy en el medio, después de la muerte de mi madre hace dos años, papá decidió que era hora de mudarse, dejando atrás todo lo que solía conocer. Además de agregar un radical cambio de apariencia. Nuevas amistades, nuevas locuras y un posible enamoramiento. Tal parece que este cambio no iba a ser tan aburrido como yo creía...