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-Ha dos años, de la partida de la escritora Amelia y aún sigue la herida abierta-. menciono el sujeto del noticiero que papa suele ver.

-Sigo creyendo que ese no es mi ángulo ¿o qué opinas amor?

No respondo a su pregunta, me retiro de la sala con dirección al balcón que se encuentra en la planta alta, cuando ella murió decidimos quedarnos en el mismo lugar ya que ahí se encontraban los recuerdos que tenia de ella, hasta hace un par de días nos mudamos a lo que sería nuestro nuevo hogar.

- ¿Estas bien?

- ¿Hicimos bien, en mudarnos?

-Mira nena, tu padre amaba ese departamento, al igual que tú, también sufrió cuando ella se fue, como tú, pasaron seis años y aun duele, así que creo que este cambio les hará bien-. Hablo mi tío Zach-. Además, vas a tener una nueva vida, empezar de cero, todos juntos.

-Si, pero no estamos todos-. Dije antes de abandonar el balcón.

Las ventajas de habernos quedado en nuestro antiguo hogar, fue que pude conocer a los abuelos por parte de mamá, al principio no aceptaron, pero conforme el tiempo pude entablar una relación con ellos.

La nueva casa, era de dos pisos, ya no era un edifico con esos apartamentos en que se escuchaban los sonidos del elevador cuando no funcionaba y las quejas de los inquilinos cuando tenían que ir por las escaleras.

Baje las escaleras mientras tomaba del perchero mi chamarra, al ponérmela mi padre se voltea hacia mi junto a la tía Kalila, ella odiaba que le dijera tía, pero cuando papá lo hacía soltaba una risa para después golpearlo.

-Voy a salir-. Anuncie justo abriendo la puerta.

No conozco este lugar, cuando abro la puerta y salí, vi a la señora de la casa de alado, creo que es la dueña ya que se encuentra regando sus plantas. Sonrío en forma de saludo hacia ella, quien me devuelve el gesto con otra sonrisa.

No puedo ir tan lejos de la casa, aun no conozco este lugar y honestamente, prefiero no perderme, cuando llegamos a la nueva casa observe un parque, aún recuerdo el camino, ya que le había dicho a mi papá que quería ir.

No está muy alejado, hay muchos puestos y cafeterías al cruzar la calle, no es un parque muy grande, hay un par de columpios y toboganes en el área infantil donde veo que los niños corretean y gritan sus risas, justo enfrente de estos se encuentra una pequeña área verde, donde algunos están haciendo picnics o simplemente pasan el tiempo. No me toma mucho tiempo el recordar a mí de esa edad y a mamá, donde solíamos vivir íbamos muy seguido al parque que se encontraba cruzando la calle, jugábamos a las traes o simplemente íbamos por helados. Recorro el lugar, recordando los viejos tiempos con ella, mientras atardece, pienso que ya es hora de regresar a casa...

          Dos días después...     

Abro los ojos por la alarma de mi despertador, estiro mi mano para poder encontrar el botón de apagar o por lo menos, poderlo desconectar, en cuanto logro alcanzarlo lo arrojo al piso, debido al golpe deja de sonar y yo por fin puedo volverme acomodar en la cama.

- ¡ARRIBA,ARRIBA,ARRIBA!-.Grito alguien brincando en mi cama.

-Ya basta, déjame dormir-. Mencione enrollándome con mi sabana.

-Imposible señorita, tu padre está preparando el desayuno y es hora de que te apresures si no quieres llegar tarde a tu primer día de clases-. hablo mi tía yendo abrir las cortinas de mi ventana.

- ¡Esto es allanamiento de privacidad!

-Lo será si tu padre sube y te encuentra aún en pijama-. Dijo saliendo de mi habitación.

Rebel LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora