¿Ser fuerte o rendirse? Cuando el dolor con el que vives día tras día es tan abrumador no te queda más que elegir, pero Taehyung no quiere eso, joder que no quiere. ¿Acaso no nació para experimentar aquel sentimiento llamado felicidad? ¿Por qué la vida se ha empeñado en lastimarlo tanto? Simplemente no lo entiende y está seguro que nunca lo entenderá. Cuando estaba a punto de rendirse, cuando la invisible soga que apretaba su cuello se volvió sofocante, él apareció, tan irreal, tan... mágico. Con tatuajes en su cuerpo, un piercing en su labio inferior y los más bonitos ojos que alguna vez vió Jeon Jungkook llegó a su vida, perezoso, gigante, mujeriego y... alegre, sobre todo alegre, feliz, contento. A él no, no quiere destruir con sus problemas al que posiblemente sea su único amigo. La vida debe odiarlo.