Después de todo, sí se debe tener cuidado con lo que uno desea; pues nunca se sabe lo que uno desea realmente y si eso nos hará algún bien o nos traerá la desgracia. Así lo vivió y sufrió Jason cuando pensó que uno de sus sueños se hacía realidad. Jamás imaginó que la noche donde Tim finalmente volteó a verlo, sería el inicio de una cruel y devastadora pesadilla. Quizá no debió desear ser correspondido.