Todos hemos leído la emperatriz divorciada, aquella historia de una joven emperatriz que es engañada por su esposo y este le pide el divorcio para casarse con su amante, sin contar que ella tenía un plan: "acepto el divorcio... y solicito autorización para volver a casarme", fueron las palabras que Navier diría dando paso a la trama, pues bien, hagamos esto diferente por última vez...