Él sigue persiguiendome desde que salí de la universidad, mi respirando empieza a cortarse y los nervios querían reinar esta vez. Corrí pero fue muy tarde no pida gritar ayuda porque la calle estaba vacía además en unos segundos de haberme cojido por la cintura y me había puesto un paño con somnífero. - Shh, jamás te haría daño te necesito. Traté de defenderme pero es imposible y de pronto vi oscuro hasta que perdí la conciencia....