Cuando la calma del océano y la intensidad del incendio se unen en una lucha por ver quién es más fuerte, puede terminar siendo una danza donde el fuego consigue contener su intensidad e intercambiarla por la calma, y el océano cambiar su calma por la intensidad, volviéndose así la calma del océano una marea agobiante o la intensidad del fuego en una cálida hoguera. Ese tipo de fenómeno puede parecer imposible si lo ves como una lógica literal meteorológica. Pero es absolutamente asombroso si ves ese tipo de comportamiento en los seres vivos, viendo esa calma e intensidad en ellos, convirtiéndolo en amor. ¿Quieres adéntrate a esta agobiante marea, o cálida hoguera?