Perros muertos que ruedan por la colina. Fallecer se ha vuelto un concepto abstracto. En Osoris, la muerte es preferible a todo lo que cause la más mínima incomodidad. Porque en Osoris la muerte no importa. La metrópoli que nadie consigue encontrar sigue moviéndose, firme, sin pensar nunca en lo demás. En un baldío neón, poblado por androides infinitos, un robot samurái se embarcará en un camino de violencia... Para vengar su propio fallecimiento.
12 parts