Él era un hombre puro hasta ese fatídico día. Kurgan Azair nunca penso en pecar de pensamiento, fornicar y dejar el camino del señor, por una mujer. Siempre se mantuvo fiel a cristo pero cambió la mañana en la que despertó totalmente desnudo, junto a una mujer. Ese día el destino hizo lo suyo y obró para que en el vientre de esa mujer se fecundará un bebé para el sacerdote. -Un bebé para él, para el sacerdote. -susurro la mujer con incredulidad mirando la prueba de embarazo. -Un hijo para Kurgan Azair, la joya perdida de la corona. El príncipe indomable.