Julieta siempre lo quiso a él, pero él a ella no. Nunca se lo dijo por temor y porque el día que iba a hacerlo, él le confesó que gustaba de alguien más. Ella simplemente fingió que lo sabía, le dijo que estaba bien y que estaba contenta por él. El tiempo pasó, y ambos crecieron. Él se convirtió en un famoso médico, mientras que ella se desempeñaba como chef en un restaurante. El día en que se reencontraron, él bajaba del transporte público y tropezó . Aunque ella lo ayudó por inercia, al mirarle a la cara, no pudo evitar reírse