Dorian creía que mudándose de su ciudad natal, quemaría y dejaría atrás toda la maldad y el desastre que hizo. Que actuando como un chico nervioso y normal, quemaría una etapa perversa en su vida. Que mintiendo, borraría su expediente. Que con su astucia, continuaría ganando. Que con su manipulación, continuaría teniendo el control de todo. Pero la maldad lo siguió, el fuego lo quemó, la mentira lo consumió, la astucia le ganó y la manipulación lo venció. Quizá ya no era tan bueno fingiendo y todos sus planes se vinieron abajo.