Ron, un chico que para no muchas personas era atractivo, pues, ¿Quién se interesaría en él teniendo de amigo al gran Harry Potter?. Tampoco era tan amable, mucho menos fuerte y no se veía muy varonil, su familia era numerosa y pobre, ni su propia madre lo quiere ¿Quién lo va a amar si no lo hace ni su mamá? Palabras que escuchó de un grupo de Ravenclaw. Guardaba sus penas hasta el punto que aquello se convertía en ira, desatandola con otras personas e incluso sus propios amigos, sintiéndose culpable por ello más tarde. Harry decía que lo entendía, pero Ron sabe que no es así, él no tendría los mismos problemas ¿Cómo podría entenderlo si ni él mismo puede hacerlo? Por otro lado, un Slytherin, pensaba otras cosas del pelirrojo, este quería contar las pecas que podría tener el León, quería tratarlo como un inofensivo gato que podría rasguñarlo cuando quisiera, tan profundo que duela. Al morocho no le molestaría porque si el pelirrojo debía ser malo con alguién, podría ser malo con él. Quería que aquél chico de ojos celestes se fije en él, que pueda contarle sus secretos y lo dejase querer, por que él esta muy seguro de que aquel pelirrojo era lo más fácil de amar, tan lindo, perfecto y valiente.