Los Martyn era una familia de renombre entre los brujos, al igual que muchas otras, que decidieron adoptarse al auge de la vida cotidiana mundana. A lo largo de su historia se ha hablado de ella como una de las familias de más alto prodigio y poder, ha sido acechada por la muerte en múltiples ocasiones. Se podría decir que su destino ya fue prescrito, y en él se le otorga el poder a uno de sus descendientes como el gobernador que devolverá la gloria entre danzas de dragones al gobierno de Efremsy. Sin embargo, dicen las malas lenguas, que esa gloria puede ser efímera y lo que parecía ser un prodigio es una maldición que otorgará al predestinado el don de la oscuridad. Tras las primeras guerrillas de lo que podría ser una de las guerras más imponentes entre brujos Clarissa Joelinne viaja junto a su familia al submundo Morpheus donde deberá ser presentada en sociedad para contraer matrimonio y alianzas. El problema de los brujos como ella es que su destino ya ha sido marcado como aquél que morirá trágicamente. El destino es difícil de esquivar y tiene la complejidad de prevalecer en el tiempo girando en un constante espacio. Sin embargo, dicen las habladurías que quién deniega su gloria es capaz de escapar de su desgarrador final.