Las disputas entre hermanas pueden ser un torbellino emocional, una mezcla de afecto, rabia y frustración. Aunque se dice que los gemelos son amigos inseparables, a veces existen excepciones, como en el caso de Ana y María. Desde muy pequeñas, las hermanas se peleaban por razones que parecían triviales en un principio, pero que se convirtieron en un símbolo de una rivalidad profunda y enraizada. Cada pelea era una batalla por el amor y la atención de sus padres, por la necesidad de sentirse especial y querida etc. Pero esas pequeñas riñas eran solo el comienzo de algo mucho más grande y oscuro, una advertencia de lo que estaba por venir. Las hermanas habían estado rivalizando desde que eran pequeñas. Todo era una competencia entre ellas: quien era más bonita, quien sacaba mejores notas, quien era más popular. Pero siempre parecía que María tenía la ventaja, era brillante en todo lo que hacía, mientras que Ana se sentía eclipsada. En medio de esa frustración, Ana encontró un rayo de esperanza en la persona de Noah, su mejor amigo que le dio el afecto y la atención que no recibía en casa, y eso le dio un sentido de valor propio que antes no había experimentado. Pero qué paso cuando la atención y afecto que recibía se empezó a dividir por la mitad?, cuando lo único de lo que estaba segura que su hermana nunca podría quitárselo empezó a desvanecerse poco a poco? VEN Y DESCUBRELO.