Pensado en lo imposible, llegó a su vida, cambiando todo tipo de pensamiento que compartían el uno por el otro. El dichoso amigo de papá, un pecado, la culpa y la maldad que Amelia se limitaba a si misma. Ella, todo lo que tenía que estar fuera de cualquier pensamiento lujurioso que se le ocurriera, el fruto prohibido de Adán, que Sebastian se moría por probar.