Respirar... a veces no desearía hacerlo, pues de que me sirve vivir si no recuerdo nada. Al caer en manos de los Foster, una familia adinerada del pequeño pueblo de Pensford donde los chismes corren como el agua y alguna cara nueva es la portada de los periódicos por semanas. Virginia llega con los caritativos Foster, sin gota alguna del recuerdo de su vida pasada, donde ahora solo llegan dolorosos recuerdos muy bizarros de esta y si no fuera poco, tiene que lidiar con el gato parlante de dulce y testarudo temperamento, Carién una criatura que dice no ser un gato, pero tiene todo de lo que un gato posee y no olvidemos esas criaturas que la asechan ¿Como las llama Carién ? a si, Angeles Negros. [Parte I de la trilogía]