Entre Brasil, Argentina y Paraguay se extienden tres kilómetros de saltos de agua con una altura media de 80 metros. Son las cataratas del Iguazú. Irina trabaja de camarera en Nueva Orleans. Con diez horas diarias trabajando en el pub de su tía, no tiene tiempo para hacer lo que más ama en esta vida: viajar. Su novio, Brandon, decide darle una sorpresa: quiere visitar las cataratas del Iguazú para proponerle allí que se case con él. Pero Brandon no quiere gastarse demasiado dinero, así que por medio de un amigo conoce a Marco, un intrépido explorador que puede llevarlos hasta allí por muy poco dinero. Aunque de manera ilegal.