Introducción:
POV CHIARA
Me despierto con la mente inundada de pensamientos, como si mi cabeza fuera un torbellino imparable. ¿Quién me iba a decir a mí que un día miraría a mi mejor amiga con otros ojos? Siempre la he considerado atractiva, es cierto, aunque no sea famosa ni destaque por eso. Para mí, ella siempre ha sido la representación de lo más bello, como si fuera la cara de España. Nuestra historia comenzó cuando tenía apenas ocho años. Nací en Newcastle, mitad inglesa, mitad española, y desde siempre he sido una persona extremadamente tímida e introvertida. Me cuesta mucho abrirme a los demás, pero cuando lo hago, entrego todo de mí. Son muy pocas las personas con las que he llegado a mostrarme por completo, y sin duda, una de esas personas ha sido ella, siempre ha sido ella.
Desde el principio, Violeta me comprendía como nadie más lo hacía. De pequeña no entendía por qué era tan diferente a los demás, hasta que me diagnosticaron con TDAH. Mucha gente no entendía mi desorden, mi falta de atención o mi incapacidad de estarme quieta. Pero Violeta nunca me juzgó; encajábamos a la perfección, como dos piezas de un rompecabezas. Ella era mi refugio, mi confidente, mi alma gemela.
Sin embargo, en los últimos meses, algo ha cambiado en mí. A mis 17 años, he empezado a sentir cosas por ella que jamás creí posibles. Un simple roce de su piel hace que el mundo se detenga. No sé exactamente lo que es el amor, pero estoy segura de que lo que siento se le parece bastante. Y, para complicarlo todo, ella tiene novio. Los momentos en que los escucho reír y bromear juntos me consumen de celos, aunque intento ocultarlo. No quiero perderla, porque Violeta es demasiado importante para mí. Como escuché una vez en algún lugar, ella es "pato" para mí, "pato la vida".
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Así que nada aquí empieza esta historia, por el momento POV dAlle Rechte vorbehalten