sus ojos demostraban un gran destello, una gran dulzura tan inocente, pero él no sabia que se encontraba observando al mismo diablo en carne y hueso, el cual lo endulzaba con dulces, cariñosas, adorables palabras, lo manipulaba a su antojo como su simple muñeco de trapo.
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su pecho subia y baja con fuerza luego de verlo confundido por verlo, su confusion lo desconsertaba cada vez más, su corazón dolia y se reprimia cada momento con más fuerza como si pudiera romperse tan facil igual a un hilo. su hilo rojo se habia roto y no podia buscar una forma de arreglarlo, por más que deseaba atarlo, thomas ya lo odiaba y aquel brillo ya no se formaba en cada momento que cruzaban miradas.
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se golpeo mentalmente al saber que todo fue por su culpa, por haber tomado la inocencia de un lindo jovencito, ahora el propio diablo sufria las consecuencias de usarlo a su antojo. se sentia inquieto, su interior pedia más y más, pero no queria seguir dañandolo, no podria dañar más a alguien que no desea ni voltear a verlo.
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su corazón se aceleraba con rapidez cada que pasaba por aquel pasillo, sintiendo su propio ser desear ir con él, pero luego de recordar todo lo feo no queria ni acercarse, o esa era una simple forma de mentirse a si mismo. su hilo rojo cada momento cambiaba a uno negro, cada momento viajaba más lejos uno del otro.
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un lindo color amarillo adorno sus dedos anulares a causa de esos brillantes anillos de promesa, siendo el rojo remplazado por un gran color oro fino. ninguno noto que el hilo rojo dentro tenia un gran amor por parte de ambos, remplazando su daño propio por un enlazamiento incapaz de destruirse, por más que se quiera romper, estan destinados a estar juntos y nunca se podra cambiar eso.All Rights Reserved